ANÉCDOTA DE VALERIO TOBALDO
Anécdota del Colegio: Mi
señorita Laura Quiñones.
Por el descarado Valerio Tobaldo (queda prohibida su
reproducción)
Sería
en el año 1941, Yo estaba en tercer grado y teníamos como maestra a una
Señora Laura Quiñónez , era muy delicada en su manera de vestir , siempre de
guardapolvo blanco impecable , zapatos tacos altos ( para disimular su enanez )
una manera de hablar muy aniñada , de una rectitud y
disciplina , que era muy difícil de imponer a esa tribu e indios ilustrados ,
incluidas algunas niñas, peor que lo varones que le había tocado en tercer
grado,
Cuando en el grado, durante las
clases, nos tirábamos con alguna goma, o habláramos cuando ella explicaba algo ,
enseguida , sin averiguar mucho quién había sido el autor nos mandaba a la Dirección y allí nos las teníamos que ver con la Señorita ( muy a pesar
suyo y sin candidato a la vista ) Marta
Villarroel , que sin preguntar el porque te enviaban a la Dirección , te privaba
del recreo y te metía en una salita de penitencia , que había cerca
de la Dirección ,
en la cual nos encontrábamos
siempre con viejos amigos en
desgracia, que si nos vendaban los ojos , llegábamos directamente a la Dirección .sin escala .
Conocíamos el camino de memoria, pero
aclaro muchas veces me lo merecía, pero los menos pagaban justo por pecadores:
“Hazte la fama y échate a dormir”
Pero como dice el refrán “no hay
mal que por bien no venga” en esa salita ya estaban los biscochos que repartían
con la leche en el segundo recreo, Nosotros, por anticipado, comíamos los que
nos pertenecían y algunos más suponiendo que algunos alumnos faltaban a clase
En una clase nos habían enseñado
que cuando una persona se descompone, hay que echarle agua en la cabeza para
que recapacite
Nunca faltan chupamedias que le traían flores que se las ponían en un
florero con agua sobre su escritorio,
Hacía como una semana que tenía
sobre su escritorio un ramo de rosas y nunca le habían cambiado el agua,
Dos alumnos se pusieron a discutir en el grado y llegaron a las manos,
se armó un batifondo y a la pobre maestra le dio un patafute y cayo al suelo como desmayada. Yo me
acorde del agua y sin más le volqué el florero con flores y agua en la cabeza,
Se levantó como un rayo y preguntó quién le había tirado el agua. Yo creyendo
que me iba a agradecer me dijo “ Mire como me dejó con esa agua podrida “ Yo en
ese momento pensé lo que muchos años después
aprendí de la filosofía existencialista “ sentía por ella viéndola en ese
estado una simpatía antipática o una
antipatía simpática” Pero yo pensé que había obrado bien de acuerdo a sus
enseñanzas, No esperé que me mandara a
la dirección, fui solo, esperando llegaran los dos que se habían peleado , pero
no fue así, sino que vino ella como un
dragón echando fuego por la boca y con un
olor a agua podrida y le contó a
la directora todo lo que había hecho yo,
pero de los que se habían peleado ni mu…. Uno de los que se había peleado era
socio de su marido en un negocio en el pueblo.
Demás estar decir, después que
terminaran las clases vendría la penitencia, Eso ya lo tenía en el archivo de
mi memoria.
Terminada las clases a la media
hora me dejaron salir.
Nunca pensó ella que en esa
media hora, yo con un lápiz cumpliría la venganza a tamaña injusticia: la ley del Talión “ Ojo por ojo, diente por
diente “No pensaba lavarme las manos como Pilatos, sino que estaba más caliente que un sol de mediodía en el mes de enero
Al salir, a esa hora no andaba
nadie, me acerque al coche, le saque las válvulas a las gomas del coche y le
desinflé las cuatro gomas y silbando
bajito, como quién no quiere la cosa me fui para mi casa, Esperaba que llamarán a mi madre, pero todo quedó en
silencio,
Aunque no todo terminó allí. Varios
años después cuando yo ya estaba estudiando filosofía en Córdoba, me encontré
con ella, estaba conversando con otras personas y al pasar yo, comentó en voz
alta para que yo la escuchara: _Nunca
tuve un alumno más indisciplinado que ese Señor.
Entonces Yo le contesté
_Gracias por lo de Señor ¿Le costó mucho inflar las
cuatro gomas del coche?
Hay que ser muy desfachatado
para contar estas cosas. Un abrazo para todos,
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