martes, 29 de octubre de 2013

Otra de Don Rivero contada por mi suegro


VALERIO TOBALDO
Mis anécdotas
Otra de Don Rivero contada por mi suegro
Don Rivero había tenido una buena cosecha de trigo; tenía  las bolsas estibadas en el galpón. Le había vendido el trigo a Aramburu, un cerealista de Canals, y debían retirarlo del campo en un día señalado. El cerealista envío 5 carros con caballos que cargaban 100 bolsas cada uno.
Llegaron los carros y en una camioneta el sr Colombo, recibidor de granos de la empresa Aramburu. Una vez cargados los carros, pasaron al escritorio para ultimar detalles de pago.  El señor  Colombo le solicitó que le dijera  a orden de quién debía hacer el cheque por el importe de la compra.
_ Sepa usted señor Colombo que yo le entregué trigo y usted me quiere entregar un papel por el importe de la venta _ que era de $ 10,500.00. Le dijo don Rivero con aire desconfiado. Y agregó _ Los carros no se van a mover del campo si Ud. no me trae la plata en efectivo.
El sr. Colombo intentó convencerlo que en el banco de Canal no conseguiría toda esa plata junta, que tendría que ir hasta Venado Tuerto, una ciudad vecina más grande, pero que hasta el día siguiente no era imposible.
_ Muy bien, desaten los caballos de los carros y póngalos en un lote hasta tanto consigan  el dinero _ sugirió don Rivero.
Colombo partió enfurecido y sin decir palabra volvió a Canals y le comunicó la novedad al Gerente de la Casa Aramburu, quién a la mañana siguiente fue al Banco y les pidió que le dieran esa cantidad  de dinero en billetes de 1.00 peso Colombo regresó al campo con el dinero y se lo entregó. Don Rivero le pidió se sentara, y acompañado por su hijo, contaron todo el dinero, tomándose un buen tiempo. Una firmado el recibo los carreteros prepararon los carros y se llevaron el cereal.
Colombo, quedó con la sangre en el ojo, y quedó con ganas de vengarse,  pero esta vez salió nuevamente perdedor.
Pasó el tiempo, ya fallecido don Rivero, se comentaba que sus hijos tenían mucho dinero en la casa. Una noche los asaltaron, tanto las tres mujeres como el hermano se apostaron en el interior de la casa y abrieron fuego para defenderse  Los  ladrones  les tiraban  desde afuera sobre puertas y ventanas. En el  tiroteo una bala mató al  hermano, .y considerando los ladrones que no iban a poder entrar, huyeron. A mañana siguiente llegaron unos vecinos que habían escuchado la balacea. Las hermanas hicieron la denuncia  en la policía y luego sepultaron al hermano.

A partir de este episodio las hermanas vendieron el campo y se fueron a vivir  a Canals.  Nunca se supo quiénes fueron los asaltantes, aunque la picardía popular maduró diferentes hipótesis…

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