VALERIO TOBALDO
Mis anécdotas
Otra
de Don Rivero contada por mi suegro
Don Rivero había tenido una buena cosecha de trigo; tenía las bolsas estibadas en el galpón. Le había
vendido el trigo a Aramburu, un cerealista de Canals, y debían retirarlo del
campo en un día señalado. El cerealista envío 5 carros con caballos que
cargaban 100 bolsas cada uno.
Llegaron los carros y en una camioneta el sr Colombo,
recibidor de granos de la empresa Aramburu. Una vez cargados los carros,
pasaron al escritorio para ultimar detalles de pago. El señor
Colombo le solicitó que le dijera
a orden de quién debía hacer el cheque por el importe de la compra.
_
Sepa usted señor Colombo que yo le entregué trigo y usted me quiere entregar un
papel por el importe de la venta _ que era de $ 10,500.00. Le dijo don Rivero con aire desconfiado. Y
agregó _ Los carros no se van a mover del
campo si Ud. no me trae la plata en efectivo.
El sr. Colombo intentó convencerlo que en el banco de
Canal no conseguiría toda esa plata junta, que tendría que ir hasta Venado
Tuerto, una ciudad vecina más grande, pero que hasta el día siguiente no era
imposible.
_
Muy bien, desaten los caballos de los carros y póngalos en un lote hasta tanto
consigan el dinero _ sugirió don Rivero.
Colombo partió enfurecido y sin decir palabra volvió
a Canals y le comunicó la novedad al Gerente de la Casa Aramburu , quién
a la mañana siguiente fue al Banco y les pidió que le dieran esa cantidad de dinero en billetes de 1.00 peso Colombo
regresó al campo con el dinero y se lo entregó. Don Rivero le pidió se sentara,
y acompañado por su hijo, contaron todo el dinero, tomándose un buen tiempo.
Una firmado el recibo los carreteros prepararon los carros y se llevaron el cereal.
Colombo, quedó con la sangre en el ojo, y quedó con
ganas de vengarse, pero esta vez salió
nuevamente perdedor.
Pasó el tiempo, ya fallecido don Rivero, se comentaba
que sus hijos tenían mucho dinero en la casa. Una noche los asaltaron, tanto
las tres mujeres como el hermano se apostaron en el interior de la casa y
abrieron fuego para defenderse Los ladrones
les tiraban desde afuera sobre
puertas y ventanas. En el tiroteo una
bala mató al hermano, .y considerando
los ladrones que no iban a poder entrar, huyeron. A mañana siguiente llegaron
unos vecinos que habían escuchado la balacea. Las hermanas hicieron la
denuncia en la policía y luego sepultaron
al hermano.
A partir de este episodio las hermanas vendieron el campo
y se fueron a vivir a Canals. Nunca se supo quiénes fueron los asaltantes,
aunque la picardía popular maduró diferentes hipótesis…
No hay comentarios:
Publicar un comentario